En este libro,
a modo de introducción, se habla acerca de la TMI (Teoría matemática de la información)
creada por Claude Shannon y adaptada por Warren Weaver. El autor expresa el
asombro que ocurrió en la época en que esta teoría vio la luz y cómo ahora la integración
de la comunicación como parte fundamental de muchas ciencias la hace más
comprensible, a pesar de no contar con respuestas claras.
Por lo
anterior Monsalve plantea dos preguntas que busca responder a lo largo de su
texto, la primera expresa cuestionamientos que se han hecho a la teoría de
Shannon, y que se han respondido en parte, aunque desde una posición adversa;
la otra sobre la aplicación de esta
teoría, por el desarrollo que han tenido las investigaciones teóricas y las
aplicaciones prácticas en el terreno de las tecnologías que se basan en la TMI
a diferencia de la escasa atención por parte de los investigadores de ciencias
sociales (información y telecomunicaciones).

Monsalve menciona
la obra del profesor español Santiago Montes, Teoría de la información quien intentó hacer accesible la teoría a
estudiantes que recién comienzan sus estudios, en quienes él detectó un rechazo
a la teoría por ser “matemática”.
Como se explica sin el aporte de Weaver muy probablemente la TMI no hubiera sido tan conocida y no se hubieran dado los grandes progresos que surgieron de ella.
Weaver plantea que en la comunicación surgen problemas a tres niveles distintos: técnico, semántico y de influencia. Los tres hacen alusión a una distorsión del mensaje original , en el caso de lo semántico es a causa de la interpretación del receptor, quien podría entender algo distinto a lo que el transmisor buscaba informar, por la parte técnica se debe a la falta de detalles ingenieriles para lograr un buen sistema de comunicaciones.

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